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  • mariaraamos99

COMER SANO, RICO Y SOSTENIBLE , ES POSIBLE.

¿Cuánto del 1 al 10 nos gusta comer procesados como un kinder bueno, un gofre o un buen donuts de chocolate o incluso ir a un restaurante y permitirnos todo aquello que nos apetece en ese mismo momento?

Es verdad que muchas veces nos preocupa nuestra dieta, pero nos suele preocupar por aquello que dicen de que comer mal es malo para nuestra salud o también solemos preocupamos por nuestro físico... ¿y porqué no pensamos en una alimentación sostenible?


¿Qué es la alimentación sostenible?

Se trata de una forma de alimentación saludable que genera un impacto ambiental reducido y contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional.

Su objetivo es que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable. Promueve el respeto por el medio ambiente, contribuye en la lucha contra el cambio climático y la emisión de gases efecto invernadero, el mantenimiento de la biodiversidad terrestre y marina y la protección de los ecosistemas, entre otros.

Pero este hábito de alimentación no se basa únicamente en el cuidado del medio ambiente sino que busca el equilibrio entre rico, sano y sostenible.


¿CÓMO LOGRAR ESTA ALIMENTACIÓN?



1. Elige productos locales y de temporada

Comprando alimentos de temporada durante todo el año, garantizarás que tu nevera tenga alimentos más frescos y con un mayor valor nutritivo. Además, no será necesario que los proveedores se vean obligados a conservarlos en cámaras frigoríficas industriales hasta su venta al consumidor final. Esto también se traduce en un ahorro energético derivado de su almacenamiento.

Por otro lado, comprar alimentos locales contribuye a reducir las emisiones de carbono derivadas del transporte de los mismos a otras zonas más alejadas de su producción.


2. Consume más frutas y verduras

La OMS aconseja optar por dietas en las que predominen los alimentos vegetales frente a los animales, ya que este tipo de alimentación es más saludable para los seres humanos. Nuestra dieta mediterránea, es un buen ejemplo de dieta sostenible. ya que respeta a los animales, y apuesta por sostener la biodiversidad.


3. Reduce el consumo de carne, pescados y lácteos. La producción intensiva de carnes, pescado, lácteos y otros derivados de origen animal se ha disparado en los últimos años. Esto es debido a que la población mundial cada vez consume más este tipo de productos, lo que tiene consecuencias negativas para el medio ambiente.

¿Sabías que casi una cuarta parte de la superficie del planeta está dedicada a labores de ganadería?.

  • Si redujéramos la producción de alimentos de origen animal en un 50% se reducirían los gases de efecto invernadero en un 63%.

  • La industria alimentaria es la responsable del gasto energético mundial que provocan gases de efecto invernadero.

4. Elige lo natural antes que los procesados

A pesar de que los productos procesados o precocinados son más cómodos de elaborar, ya que es una solución rápida a una comida o cena, no se trata de productos frescos y que respeten la estacionalidad de su temporada, pues podemos encontrarlos en cualquier época del año. Por otro lado, suelen ser más calóricos y contener una mayor proporción de azúcares, grasas y aditivos.


5. Apoya el comercio justo

Selecciona aquellos alimentos cuya producción y venta promueva una relación comercial justa entre consumidores y productores.

En este sentido, evita adquirir alimentos que provengan de empresas que no garanticen buenas condiciones de trabajo a sus empleados, que realicen prácticas de explotación infantil, que fomenten la discriminación, la desigualdad y la pobreza, o cuyos sus procesos de fabricación y producción sean altamente contaminantes para el planeta.


6. Reduce tu consumo y evita el desperdicio

¿Sabías que cada año se tiran 1.300 toneladas de comida en todo el mundo? Para reducir esta cifra, es importante que compres solo aquello que necesites. De esta manera, generarás menos residuos y así lucharás contra el desperdicio alimentario de aquellos productos que no hayas podido consumir y que hayan acabado estropeándose.

7. Fíjate en los sellos ecológicos y de sostenibilidad Cuando realices tu compra, comprueba que los alimentos que añadas a tu cesta son ecológicamente responsables

Sellos populares:


  • Logotipo ecológico de la UE: ofrece una identidad visual a los productos ecológicos comercializados en todos los países de la Unión Europea.


  • Fairtrade: certifica que el producto cumple con los criterios de comercio justo.



  • UTZ: certificado de agricultura sostenible y buenas prácticas.


8. Siempre que sea posible, beber agua del grifo en vez de embotellada.


En España, salvo en zonas donde no se recomienda su consumo, no hay diferencias apreciables entre el agua del grifo y la embotellada. Además, evitamos la contaminación del plástico.

Optar por una alimentación sostenible es posible y mucho más fácil de lo que te puedas llegar a imaginar. Poniendo en práctica estos hábitos tanto en tus compras como en la cocina te ayudará a que tu dieta sea más sostenible y responsable con el medio ambiente. on el planeta

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